Joaquín Orús Abadía
Así es como da comienzo la historia de Cafés Orús. En 1898 Joaquín Orús estableció un negocio de coloniales en la calle Escuelas Pías de Zaragoza, donde vendían productos de ultramar
Esa palabra englobaba muchísimos productos: especias, legumbres, conservas, cereales, cacao y café. Los granos de café llegaban en verde de lugares tan lejanos como Sudamérica (para la variedad de Arábiga) y de Asia y África (para la variedad de Robusta). Para poder venderlos se tostaban primero en el propio establecimiento, en unas pequeñas sartenes especiales de hierro fundido. Había que colocarla en el fuego, sobre las brasas o la chapa de las cocinas, moverla de vez en cuando para que se tostaran todos los granos y estar atento a que el fuego no carbonizase los granos.
Otro sistema habitual en estas tiendas coloniales era meter el café en un pequeño bombo, también de hierro, dotado de pequeños orificios y al que, colocado sobre pequeños soportes encima de las brasas, se hacía dar vueltas mediante una manivela.
El negocio estaba creciendo rápido, por lo que Joaquín Orús tomo la decisión de encargar en el año 1913 al arquitecto zaragozano D. Julio Bravo Folch, la construcción de una fábrica que fuera el emblema de su compañía.
Previamente, Joaquín Orús, un empresario muy adelantado a la época y con un importante espíritu emprendedor, viajo a otros países para conocer de primera mano el funcionamiento de otras fábricas chocolateras. De esta forma, podría llevar a su futuro proyecto de fábrica todas estas nuevas ideas.
Julio Bravo cumplió a la perfección con el encargo proyectando un edificio industrial de estilo “afrancesado” único en Zaragoza. La inauguración de la fábrica de Chocolates Orús se produjo el 11 de octubre de 1914.
Antigua Fábrica de Chocolates Orús
Instalaciones en la Calle Pascasio Escoriaza
Este tipo de tostadores, aunque de tamaño ya industrial, con calderas que se cargaban a pala y un bombo en forma de bola movido por una polea, fue el que Cafés Orús instaló en los años 30, cuando se decidió orientar el negocio exclusivamente hacia el café. Trasladaron la tienda de Escuelas Pías a un nuevo y más amplio local en el Barrio Cariñena, concretamente en la calle de Pascasio Escoriaza.
El edificio constaba de dos plantas de gran capacidad, donde se instalaron las primeras máquinas movidas ya por energía eléctrica. Cada una con una dinamo y una fuerza total de 26 caballos. Disponía de una sección donde se tostaba el café, de almacenes de materias primas, taller de empaquetado y oficinas.
En la década de los cuarenta, el fundador de Cafés Orús y José María Marco Acón, que se había incorporado años antes a la dirección del negocio, tuvieron que hacer frente a tiempos difíciles. Al aislamiento de España tras la Guerra Civil se sumó que el café fue declarado producto de Comercio de Estado, solo al alcance de unos pocos.
Pese a las dificultades, la empresa continuó creciendo, con la ampliación de sus instalaciones en los años cincuenta, así como la incorporación de las primeras tostadoras de café de aire caliente.
Fue en 1975 cuando se incorporó como financiero José María Marco Mateo, hijo de José María Marco Acón, tercera generación en el negocio.
En 1981 todo cambió de forma radical: se liberalizó en España el mercado del café. Hasta ese año, el Estado lo controlaba en régimen de monopolio y era el único importador posible. La diferencia fue tan grande que muchos torrefactores cerraron: de unos 800 tostadores censados en la década de los ochenta en España, quedaron poco más de 250.
José María Marco Acón
La aplicación de la mejor tecnología para la recepción de verde, clasificado, ensilado, tueste y envasado se ha mantenido como una constante en la historia de Cafés Orús. El constante crecimiento de la firma hizo que a primeros de la década de los 50, se ampliaran las instalaciones con la incorporación de las primeras tostadoras de café de aire caliente. Hasta que en 1977 se realizó su traslado a sus actuales instalaciones en el Polígono El Portazgo, en la Autovía de Logroño.
La mejor tecnología en el tratamiento del tueste y envasado del café siempre ha sido la nota dominante en nuestras instalaciones de Zaragoza, y en la historia de Cafés Orús. En la actualidad, Cafés Orús cuenta con máquinas tostadoras de última generación que controlan al segundo todos los parámetros óptimos que garantizan el tueste del café. No olvidemos que el café tiene más de mil componentes que al someterse a elevada temperatura desarrollan sus peculiares aromas. Buena parte del éxito de Cafés Orús es haber entendido el gusto y el palador del mercado de café en Aragón y haberlo trasladado a nuestras mezclas a fin de satisfacer el gusto aroma y cuerpo de la demanda de nuestros clientes.
En 2014 se incorpora a la gestión Álvaro Marco, cuarta generación familiar presente en la compañía, quien se esfuerza por seguir diferenciándose como una empresa volcada en la calidad de sus productos y procesos. Integrando las tecnologías más punteras y aprovechando una transición a lo digital que les permita seguir siendo un referente para todos sus consumidores..