Artista plástico y visual, ‘performer’, docente o agitador cultural son algunas de las facetas que destacan en el currículum de Sergio Muro. Este zaragozano, que ha viajado por numerosos rincones del mundo, se ha inspirado en Japón, sus cafeterías y sus gentes para realizar su último trabajo “Café Japón”, que será presentado el próximo 16 de febrero a las 20 horas en la galería Calvo i Mayayo de Zaragoza.
1. ¿Cómo tomas el café?
Normalmente para desayunar en casa café con leche, y en los bares y cafeterías, cortado.
2. En casa ¿cafetera de cápsulas, italiana, melita?
En Zaragoza lo tomo hecho en cafetera italiana. Pero en Madrid tenemos de cápsulas.
3. ¿Primer recuerdo asociado al café?
Tomar el café en la universidad, para charlar y hablar. Y un café solo antes de competir una carrera.
4. ¿Por qué se convierte el café en algo tan importante en tu vida?
El café me estimula y activa, el prepararlo ya es como el primer paso para las actividades cotidianas que le precederán. Creo que los mejores dibujos y proyectos culturales y artísticos me han surgido alrededor de un café, ya fuese solo, más concentrado, o acompañado para realizar brainstormings o lluvia de ideas para esbozar un evento.
5. ¿Cuándo y por qué decides empezar a plasmar el café en tus obras?
La liturgia de ir a tomar café a una cafetería con encanto y mientras lo degusto dibujar, es muy habitual en mi proceso creativo y a modo de mantener mi propio espacio vital y creativo. En ese tipo de ambiente se potencia la observación de tu entorno, y focalizas mejor tus ideas ya preconcebidas. No es la primera vez que hago una serie dedicada al café tengo varias series, que además están a la espera de ser exhibidas o publicadas.
6. ¿En qué te has inspirado para desarrollar “Café Japón”?
La mayor parte de los viajes importantes que he realizado por el mundo los he hecho solo. Mi tiempo de descanso entre estimulos del viaje es descansar en una cafetería y dibujar. Siempre llevo encima mi libro de artista. En este caso, antes de salir de España ya lo tenía pensado que quería plasmar el viaje en este formato. Una vez allí me percate que sus cafeterías, el ambiente, el entorno y las propias personas que estaban alrededor mío tenían una grandísimo potencial. Y aunque si que realicé dibujos de otros espacios –naturaleza-, percibí que ese tema quería desarrollarlo allí al máximo.
7. Si el café te diera superpoderes…
Volaría.
8. Un libro con el que acompañar tu café
Cualquiera de la editorial Blackie Books. Pero últimamente he leído de varios aragoneses, el delicado y magistralmente escrito “El Refugio de las Golondrinas” de Paula Figols y poesía de José Malvis y Juan Leiva, que me gusta su lucidez.
9. ¿A quién invitarías a un café?
A cualquier persona que vive en la calle y me pidiera que necesitaba algo caliente y que alguien le escuchase. A cualquier amigo que quiera quedar a tomar uno para hablar, ponernos al día, hablar de la vida. A Alberto, Eva, Chusa, Chema, Goyo, Helena, Carmen, Gregorio,… vamos los que me hacen feliz estando a mi lado y nos apoyamos incondicionalmente.
10. ¿Hay alguien al que no invitarías?
Los lectores esperarán la típica contestación (Trump y políticos de su altura que desgraciadamente proliferan en todos los países y por doquier). Pero no invitaría a Mick Jagger porque si con lo que gana no le llega para invitarme a mi, no merece la pena!