Existen numerosas formas de preparar el café en casa. La técnica y tipo de cafetera varía en función de nuestros hábitos de consumo, aunque también intervienen otros factores. En este artículo os vamos a explicar las características de las principales cafeteras domésticas, de esta manera, averiguarás cuál es la más indicada para ti.
Tipos de cafeteras
Cafetera italiana
Desde que en el siglo pasado, la también llamada moka italiana, fuera patentada por el inventor Luigi de Ponti en nombre de Alfono Bialetti, sigue siendo un utensilio imprescindible en la mayoría de los hogares del mundo.
¿Las razones? Su simplicidad y rapidez para preparar un buen café, muy similar al de las cafeteras express aunque sin su característica crema. Además, gracias a su diseño robusto, este tipo de cafeteras no suelen presentar problemas de funcionamiento, adaptándose además a cualquier tipo de cocina, ya sea de gas, eléctrica, vitrocerámica o placas de inducción.
Otra de las ventajas de esta cafetera es que permiten preparar varios cafés a la vez (dependiendo del tamaño de la cafetera). En el mercado podemos encontrar cafeteras italianas para una sola taza, hasta 12 tazas, aunque las más habituales en los hogares son las de 4 o 6 tazas.
Cafetera de goteo
Es uno de los sistemas más sencillos para preparar café en el ámbito doméstico: El agua del depósito se calienta, pasa por el filtro de papel (donde previamente se ha colocado el café) y el café va cayendo gota a gota en la jarra de cristal.
Este tipo de cafetera es muy popular en los hogares estadounidenses y le otorgan un especial protagonismo tanto en series, como en películas. Ya sea en casa, en la oficina o en los típicos ‘diner’, la jarrita de café siempre está presente.
Las cafeteras de goteo suelen contar, además, con una placa metálica que mantiene el café caliente y en los últimos modelos podemos encontrar un reloj con el que podemos dejar programada la hora de extracción del café.
Cafetera francesa o ‘french press’
Aunque en España la llamamos “de émbolo” hay distintas maneras de referirse a ella: cafetera de pistón, cafetera francesa, ‘french press’, prensa francesa, cafetiere… Este dispositivo, que también puede utilizarse con té, fue inventado allá por el año 1950 en Francia y, desde entonces, ha sido uno de los ‘gadgets’ cafeteros más utilizados. Pero ¿por qué recurrir a la una cafetera de émbolo en vez de a una italiana o a una máquina de espresso?
Algunos de los mejores baristas del mundo aseguran que es la forma más ‘pura’ de tomar café, ya que este método permite que todo el líquido adquiera todos los sabores, aceites y azúcares que tienen los granos de café, que todo el líquido quede impregnado con los sabores, aceites y el azúcar que tienen los granos de café, beneficiando a la bebida final.
Para esta cafetera, lo ideal es utilizar un café Puro Arábica, que tiene una menor concentración de cafeína y, de ser posible, un punto de molido medio, consistente y uniforme y, sobre todo, fresco, si sabemos que ha sido recientemente tostado mucho mejor. Si tienes oportunidad, lo ideal es comprar el café en grano y molerlo tú mismo antes de prepararlo.
Cafetera espresso
Es una de las cafeteras preferidas de los auténticos amantes del café y van ganando adeptos año tras año. Este tipo de cafeteras son las que solemos ver en las cafeterías, pero cada vez es más frecuente encontrarlas también en los hogares.
Su funcionamiento es sencillo, aunque a veces puede resultar un poco más complicado de ejecutar. Para extraer el café, se debe calentar el agua para que alcance mucha presión (12-15 bares), hacer que pase por el cacillo con el cacillo donde está el café. De esta manera, el agua pasa a tantísima temperatura y presión, que extrae eficazmente todo el sabor del café, dando lugar a una bebida corta, cremosa, intensa y con mucho cuerpo.
Cafeteras de cápsulas
Cada vez son más los amantes de café que apuestan por las cafeteras de cápsulas compatibles para disfrutar de un café como el que se sirve en los establecimientos. Las cafeteras exprés ya se han convertido en una pieza fundamental en cualquier cocina, y no es para menos, ya que si valoramos sus beneficios y sus inconvenientes, la balanza se inclina siempre a favor de este pequeño electrodoméstico.
Entre sus ventajas encontramos la comodidad, y es que ocupan poco y son muy fáciles de utilizar. Tener siempre el depósito con agua, colocar correctamente la cápsula -ya sean cápsulas compatibles con Nespresso (*) de Cafés Orús o nuestras Molto Piacere, compatibles con las cafeteras Nescafé® Dolce Gusto®(*)- y darle al botón. Entre sus ventajas también encontramos que son higiénicas, rápidas y preparan un café de alta calidad.