Son muchos los que se sienten atraídos por esta bebida, y más aún por la historia que hay detrás de ella. No es para menos, ya que la historia del café está llena de curiosidades. La historia del café comienza en el cuerno de África, concretamente en la región de Kaffa (África), sobre el siglo IX.
Cuenta la leyenda, que un pastor de Abisinia (actual Etiopía), llamado Kaldi, observó como sus cabras tenían mucha más energía tras comer un tipo de frutos con apariencia similar a las cerezas. El mismo decidió ingerirlos, y pudo corroborar que, efectivamente, le habían hecho sentir más activo y vital de lo habitual. El café africano es considerado uno de los mejores del mundo y desde que fue descubierto su producción se ha ido extendiendo a otros países africanos, como Kenia, Zambia o Tanzania.
Café de Zambia
La calidad de estos granos es excepcional y dan lugar a un café con cuerpo, de sabor suave y agradable, con notas dulces y afrutadas y una excelente acidez. Su aroma es fresco y con matices de hierbas que lo diferencian de los demás cafés. El sabor del café de Zambia es similar a otros cafés arábicas del Este de África y recuerda al café de Tanzania. En definitiva, un café excepcional y delicioso en cualquier preparación.
Altitud de cultivo: 900-1.000 metros de altura.
Aroma: Fresco y con matices de hierbas.
Sabor: Suave y agradable.
Cuerpo: Medio.
Café de Etiopía
Etiopía es un café de origen complejo. Los cafés etíopes varían mucho según la zona e incluso es posible encontrar ciertas diferencias entre un lote a otro. Uno de los puntos que más influyen en el gusto del café es el proceso húmedo o seco, que determina dramáticamente su sabor. Etiopía, por ejemplo, utiliza ambos (según la zona). El proceso seco consiste en el secado de la cereza del café en patios bajo el sol, para retirar luego la piel, la capa de mucílago y la cáscara de pergamino de protección que rodea a la semilla de un solo golpe. ¿El resultado? Una taza de café con fragancia, notas secas y afrutadas, de sabor único y exótico.
Altitud de cultivo: 1.800-2.100 metros de altura.
Aroma: Intenso y floral.
Sabor: Notas frutales y especiadas y una acidez excelente.
Cuerpo: Medio-alto.
Café de Kenia
El café de Kenia es uno de los más valorados por los verdaderos amantes del café, pero, ¿por qué es tan especial? El café de Kenia se cultiva en unas condiciones excelentes, entre los 1.700-2.100 metros de altura, lo que da lugar a una materia prima de inmejorable calidad. . El café de Kenia se caracteriza por su personalidad, su fuerte cuerpo, su intenso sabor y su brillante acidez, equilibrada con un punto de dulzura con sabor a cítricos.
Altitud de cultivo: 1.700-2.100 metros de altura.
Aroma: Alto y potente.
Sabor: Tonos frutales cítricos con mucha personalidad.
Cuerpo: Medio.
Café de Tanzania
El café de Tanzania se caracteriza por no haber sido tratado con fertilizantes artificiales ni ningún otro agente químico, lo que da lugar a un producto 100% orgánico. La topografía y las condiciones climáticas de Tanzania provocan que las áreas de cultivo sean muy limitadas (alrededor del 4% del territorio, o lo que es lo mismo, unas 180.000 hectáreas).
Altitud de cultivo: 1.500 – 2.000 metros de altura.
Aroma: Intenso y Floral.
Sabor: Dulce y afrutado.
Cuerpo: Medio.
Pack de café Orígenes Africanos
Ponemos a tu disposición nuestro pack de café Orígenes Africanos, cuatro variedades para descubrir sus vibrantes sabores que van desde los cítricos hasta las bayas, además de una pronunciada acidez.
Cafés Orús, 123 años apostando por la calidad
Buena parte del éxito de Cafés Orús es haber entendido el gusto y las necesidades del mercado de café en Aragón y haberlo trasladado a sus mezclas a fin de satisfacer el gusto, aroma y cuerpo de la demanda de sus clientes. En la actualidad, la empresa zaragozana emplea la mejor tecnología en el tratamiento del tueste y envasado del café, con máquinas tostadoras de última generación que controlan al segundo todos los parámetros que garantizan este proceso al tiempo que se mantienen sus peculiares aromas.
Es por ello por lo que Cafés Orús continúa ampliando su gama de productos apoyándose, siempre, en estos dos valores que les llevan acompañando durante toda su trayectoria, la calidad y la innovación. Además, sus acciones de Responsabilidad Social Corporativa les han llevado a recibir el sello RSA durante cuatro años consecutivos, un reconocimiento otorgado por el Gobierno de Aragón a las empresas que incorporan valores y buenas prácticas en su gestión.